sábado, 30 de mayo de 2015

LECTURA PALIMPSESTOS


INTRODUCCIÓN

En los últimos años ha existido una preocupación por parte de los docentes y algunos investigadores sobre el proceso que se lleva en las aulas educativas, para hacer del estudiante un ser lector escritor, por lo que se ha generado el cuestionamiento sobre el cómo se deben  formar a los estudiantes en los colegios para que lleguen a ser buenos lectoescritores, entendiendo que estos, son los que adquieren el criterio que da la criticidad, son quienes preguntan con interés de aprender, son los  que usan sus capacidades para sustraer un mensaje o una conclusión de lo que leen, y actúan en consecuencia con determinación, ahora bien, Partiendo de esa capacidad y criterio puedan generar un proceso de escritura lógico y coherente. Pero para lograr esto es necesaria una revolución educativa, que involucre al gobierno para que este actúe en beneficio de los procesos educativos que ayuden a mejorar la lectoescritura.

Pero es evidente que dentro de las políticas y planes educativos que ha generado el gobierno desde que la educación ha sido considerada como un eje transversal primordial para la vida y el que hacer de cualquier persona, no son los correctos, pues se ha venido haciendo copia de procesos que  se implementan en otros países de acuerdo con sus necesidades, que aunque parezcan ser iguales a las nuestras, los resultados demuestran que no lo son.

La premisa que se plantea en este ensayo muestra una reflexión sobre como desafortunadamente los maestros estamos tratando de hacer  casi a la fuerza que los estudiantes sean buenos lectores escritores (o por lo menos lectores) con el poco esfuerzo que presta el estado para esta tarea, pues aunque parezca que hay ayuda estatal, realmente no la hay de manera seria, pues los presupuestos para la educación se invierten en procesos absurdos que como ya lo dijimos son incapaces de generar un cambio educativo real.

Se pretende mostrar también como con buenos procesos, sensatez, criticidad, buen juicio y sobre todo con la aceptación de que el proceso de crear jóvenes lectoescritores en la escuela es una mera leyenda, ya que es en esta (la escuela o colegio) en donde apenas dan los primeros pasos de lo que es la escritura y lectura, pero que con estos esfuerzo muchos jóvenes puedan por lo menos encariñarse con el acto de leer y escribir, lo que da esperanza para que en su madures logren desarrollar por completo estas cualidades.






LECTOESCRITURA Y LA CRITICIDAD


Los procesos de lectura y la escritura, son probablemente una de las actividades que más influyen en el comportamiento social del humano, ya que son fundamentales para acrecentar en los jóvenes la criticidad por lo que no es de extrañar que su enseñanza  sea uno de los temas más sobresalientes en la educación formal, ya que no se puede prescindir de estas para comunicar pensamientos o enseñar conocimientos, ahora bien los educadores han mostrado interés y esfuerzo por tratar de incorporar en los jóvenes estas cualidades, pero no se ha tenido el resultado deseado, y esto se debe a que muchos métodos, teorías y modelos pedagógicos (como el tradicional) que aún se usan y se fundamentan en el aprendizaje  memorístico y casi forzoso para someter a los estudiantes, han dado como resultado un rechazo por parte de ellos hacia el aprendizaje y la lectoescritura, pues los estudiantes ejercen su actividad (de aprender) “como una necesidad que le es impuesta”.( Ortega)






A esto se le suma el mal manejo que se le ha dado a los recursos dispuestos para la educación, recursos que se han perdido en meros ensayos educativos supuestamente en pro de la mejora de esta, que vasados en experiencias ajenas ( de países Europeos o Norte Americanos) a las nuestras pretenden solucionar los problemas que nos aquejan en este campo, pero que obviamente no dan resultados favorecedores hacia el mejoramiento de nuestra proceso educativo, pues nuestras experiencias y necesidades como sociedad son diferentes a las de otros países, por lo que las estrategias para solucionarlas también tienen que ser diferentes y únicas, y para colmos está el pacto entre el gobierno y algunas editoriales para la creación de textos educativos que no han sido cambiados a profundidad desde hace barias décadas, lo que nos deja sumergidos en un atraso educativo, esto es muestra clara de la incompetencia de los gobernantes para dar solución honesta y concreta a estas situaciones.

El rechazo de los jóvenes hacia el aprendizaje  ha hecho que muchos educadores e investigadores como Fabio Jurado Valencia quien cita algunas fuentes teóricas de los años 1910 en adelante, como Alfonso Reyes, Juan José Arreola, Ernesto Sábato y José Ortega y Gasset,  se hayan puesto en la tarea de investigar estos procesos llevados en las aulas educativas, dando como resultado una serie de conclusiones muy benéficas para la educación y especialmente para la lectoescritura, pues se pretende que los estudiantes sean seres globales y reflexivos con un propósito social benéfico para todos.

Para lograr esta reflexividad en los jóvenes es importante aceptar que estudiar y aprender está asociados con la capacidad de la indagación, de la pregunta que no tiene respuesta inmediata, para sentir el deseo de cuestionar y de buscar soluciones a problemas que nos lleven inevitablemente al encuentro con nuevos saberes. En este caso es primordial y decisivo el papel del maestro en el enseñar, no para traspasar conocimientos, sino para provocar la búsqueda de estos en el joven (Fabio Jurado Valencia), ya que la educación es tecnisista, con nombres, fechas, lugares, formulas, y definiciones, que hacen que se cree una ruptura entre el hombre y la escuela, pues los estudiantes no quieren aprender lo que no les sirve en su para uso cotidiano( Ernesto Sábato), por lo que es fundamental el maestro como dicho puente conector.



Ortega dice que se trata de enseñar la necesidad de la literatura o la necesidad de leer ciertas obras literarias. Se pueden enseñar muchas teorías literarias, enseñar a hablar sobre literatura se puede enseñar a repetir lo que dicen los críticos sobre las obras literarias, pero eso no  asegura que se está educando en la literatura, más bien los maestros deben ser puentes facilitadores entre el conocimiento y el estudiante para crear un vínculo junto con la necesidad de aprender, de leer, de cuestionar. Ya que

Es necesaria una teoría fuera del papel, una teoría de hechos  para guiar hacia la solución de los problemas (Alfonso reyes), una teoría donde los maestros también enseñen con sus propios ejemplos de escritura y lectura críticas, para que los estudiantes vean  es ejemplo y se sientan impulsados a seguirlo, impulsados a crecer como autodidactas en la criticidad (Arreola). Tal teoría debe fomentar el trabajo colectivo y favorecer el desarrollo de la persona sobre el egoísmo, debe crear diálogos que permitan la solidaridad (Ernesto Sábato). Se entiende entonces que debe existir una teoría que fomente la criticidad lo que permitirá el desarrollo de la persona en aspectos colectivos pues estos son fundamentales para crear sociedad.





CONCLUSIÓN



Durante mucho tiempo se ha ubicado el proceso de lectoescritura como un esfuerzo perdido por parte de los maestros que  han tratado de hacer que los estudiantes se esfuercen por desarrollar el gusto por este arte, pero  con el poco esfuerzo que presta el estado para esta tarea ha sido casi imposible dar buenos resultados, aunque existen excepciones.
Pero con dedicación, reflexión y esfuerzo se pueden crear buenos procesos llenos de  criticidad, buen juicio y sobre todo con la aceptación de los jóvenes hacia la lectoescritura.      

  

 POR: FERNANDO QUINTERO CUESTA













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